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Cuando los resultados en seguridad van bien…todo va bien

Tomás Ramos; Plant Manager ArcelorMittal Tailored Blanks

Ya quedó atrás el tiempo en el que la Prevención, la “Seguridad”, era la asignatura “maría” que se mantenía más por obligación que por autentica devoción.

No perder tiempo justificaba saltarse unas normas que parecían estaban puestas para eso. No usar un EPI porque nunca había hecho falta también solía ser una buena razón para no usarlo, sin analizar cuantos accidentes habían ocurrido por no llevarlos.

La prevención estaba en fase “reactiva”, las ocasiones para tener accidentes estaban a la orden del día. Eran frecuentes, aunque por aquel entonces sólo se atendía a los accidentes graves de verdad, a aquellos por los que caía una multa.

 

Creo que también hemos superado, en la mayoría de las empresas, la fase de seguridad “dependiente”. Este es el nivel de seguridad en el que se respetan las normas, sólo ante la atenta mirada del “capataz”. En este ambiente el accidente también está garantizado. No es tan frecuente pero haberlo haylo. El conocimiento sobre la prevención, normas y participación en actividades preventivas radica en los mandos, que para eso les pagan, el empleado de a pie ni se mete, ni se tiene que meter en esos temas. Cuando hay un accidente, se investiga, se sanciona al empleado que se saltó alguna norma escrita, casi seguro desconocida, y se toman acciones para ver si se puede evitar en un futuro otro accidente igual… ¡si eso! La dinámica es siempre similar; se escriben normas, y se analizan accidentes.

 

El estado de “independencia” es aquel en el que cada uno se ocupa por respetar todas las normas, pone atención a todo lo que hace, tiene una buena formación, algo básico para evitar los accidentes. La empresa no solo ha descrito procedimientos y normas, sino que además se ha ocupado de difundir y hasta de asegurarse de que el personal las conozca. En este ambiente el riesgo de accidentes baja mucho, el trabajo se desarrolla bien, la empresa cree en la prevención, hay honestidad para aplicar lo necesario para evitar accidentes, formación, inversiones (#€), charlas, permite la participación (#tiempo), se desarrollan actividades proactivas de cara a evitar accidentes en el futuro, sin necesidad de tener uno de muestra. Pero, aún con todo esto, el accidente es posible, somos humanos y un fallo, un despiste, lo puede tener cualquiera.

 

Solamente desde la “interdependencia” podemos plantearnos el “0 accidentes” y este es un objetivo que no puede ser impuesto, tiene que ser por elección y compromiso de todos. Esta es una fase donde cada uno vigila no sólo por él mismo, por asegurarse de cumplir las normas, sino también vigila la seguridad de sus compañeros, se realiza una actividad de Promotor de Vigilancia Compartida, todos y cada uno de los miembros de la compañía realizan alguna actividad en seguridad todos los días del año (è100%-100%). El nivel de proactividad es total, se realizan análisis de riesgos de forma habitual en cada fase del proceso productivo.

 

Aquí el ‘0 accidentes’ es posible, y en este estado el ambiente de trabajo es mejor, la participación de todos los miembros de la empresa es mayor, no solo en prevención, también en mejoras productivas. Por capilaridad, el ambiente de trabajo es más relajado, el absentismo, por ende, es mas bajo -con diferencia-, la rotación se reduce y en consecuencia se incrementa el know-how y con este la Calidad, el Servicio al Cliente y la Productividad y con todo esto el EBITDA.

 

He descrito la Curva de Bradley; no hay otro camino que no sea incrementar la percepción de riesgo de las personas a través de la formación, la práctica, solo completando las actividades necesarias en cada fase podremos llegar a la “interdependencia” y con esta al 0 accidentes, resultado que muestra la madurez de un equipo y que se verá reflejado en el resto de parámetros de la empresa.

El factor de base, como no puede ser de otra manera, es la honestidad de la empresa, creyendo que la seguridad es realmente importante, que queremos que nuestra gente vuelva a casa igual o mejor de cómo llegó a la empresa y actuando para que se cumpla sin ninguna excusa.

De alguna manera, la prevención, la seguridad, debe estar en el propósito, debe ser parte de la cultura de nuestra empresa, debemos estar implicados todos y con ello conseguiremos resultados, directamente, en las Personas, en el entorno, en proveedores y en la empresa.

 

Cuando los resultados en Seguridad van bien… todo va bien.

 

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