Los estorninos y su modelo de gestión
Cuando observo volar a los estorninos en grupo no puedo dejar de pensar en su organización. ¿Quién los coordina? ¿Quién marca las directrices? ¿Qué cadena de mando consigue esas filigranas?
Está claro que, para conseguir un vuelo con ese nivel de coordinación, es necesario tener algunos “acuerdos previos”. Desde la perspectiva del modelador matemático, los modelos básicos del comportamiento flocking (o de bandada sincronizada) se controlan a través de tres sencillas reglas: la separación, la alineación y la cohesión.
Con estas tres pautas, la bandada se mueve de forma extremadamente coordinada, creando movimientos complejos y una interacción que sería muy difícil pautar de otra manera. Así las cosas, podríamos reconocer que los estorninos:
- No operan aisladamente y que forman parte de un ecosistema mayor y complejo en el que otros actores, conocidos y desconocidos, pueden ayudar u obstaculizar su progreso. Asimismo, entienden que les beneficia implicarse y aprenden de las organizaciones de su ecosistema sacando el máximo partido de su relación.
- Aceptan el desafío de actuar como líderes en su esfera de influencia (estos se mueven por grupos de siete, la dirección y la velocidad está relacionada con los siete más próximos en el espacio), siendo fuente de inspiración para otros y demostrando lo que se puede lograr en beneficio propio y de los demás.
- Comprenden que se enfrentarán a vertiginosos cambios cada vez más rápidos y mayores y que deben estar preparados para anticiparse, afrontarlos y responder adecuadamente, asumiendo el reto de la gestión del día a día y, a la vez, previendo el futuro y asegurándose de estar preparados para cuando llegue.
Estas pautas que siguen los estorninos son muy similares a las que nos encontramos en el Modelo EFQM para la gestión de las organizaciones. Su estructura se basa en una lógica sencilla pero muy poderosa y que responde a tres cuestiones: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué? Que se corresponden con los siguientes bloques:
- Dirección (=Separación) ->¿Por qué existe la organización? ¿Qué propósito cumple? ¿Cuál es el porqué de su estrategia?
- Ejecución (=Alineación) ->¿Cómo tiene intención de cumplir con su propósito y su estrategia?
- Resultados (=Cohesión) ->¿Qué se ha logrado hasta ahora? ¿Qué queremos lograr en el futuro?
Estos tres pilares se estructuran además en siete criterios que ponen su foco de atención en los aspectos más importantes de la gestión de las organizaciones. A través de ellos, las empresas vinculan su propósito con su estrategia, generando un valor sostenible para todos sus grupos de interés y resultados sobresalientes… igual que los estorninos.
Artículo publicado en El Mundo Financiero