Este estudio refleja las motivaciones y expectativas de la Generación Z en el trabajo, la política y el consumo, con implicaciones estratégicas para empresas e instituciones.
Esta generación, que ha crecido en un entorno digitalizado, enfrenta un dilema: adaptarse a un mundo construido por generaciones anteriores o redefinir las reglas en ámbitos como el trabajo, la política y el consumo.
A través de encuestas y focus groups, el estudio revela que los Z valoran la autonomía, la conciliación y el desarrollo profesional por encima del salario, cuestionan la educación tradicional por su falta de pragmatismo y priorizan experiencias sobre la propiedad en sus hábitos de consumo.
Se destaca también su comportamiento político y social, con una alta participación en elecciones pero un fuerte desencanto hacia la clase política. En el ámbito laboral, su inclinación por la gig economy y el emprendimiento desafía los modelos tradicionales de empleo. Como consumidores, son exigentes, digitales e incrédulos ante la publicidad convencional, confiando más en recomendaciones y experiencias. Este informe ofrece una visión profunda de una generación clave para el futuro, que busca transformar las estructuras actuales sin renunciar a sus valores.