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En un contexto caracterizado por cambios acelerados, ¿qué significa para ti llevar a cabo una gestión sobresaliente, excelente, innovadora y sostenible?

Una buena gestión debe contemplar el presente y el futuro, un futuro sostenible, y sin innovación solo habrá pasado. Si conseguimos resultados mejores que nuestra competencia de forma sostenida, continuaremos siendo competitivos y tendremos futuro. Nos acercaremos algo más a la excelencia.

Los “cambios acelerados”, sean del tipo que sean, son parte del entorno en el que nos ha tocado tomar decisiones. El patrón del barco no puede cambiar la dirección del viento, pero tiene velas, timón y tripulación.

La clave está en el “core” de nuestro proyecto de empresa, lo que debemos preservar, “hacer sostenible”. El resto es lo que debe ser permanentemente cuestionado para innovar, cambiar, adaptarse y progresar.

¿Cómo crees que debemos incorporar la sostenibilidad en la gestión de nuestro día a día?

Eliminando el cumplimiento, por “cumplir”, “miento”. Siendo coherentes en nuestras decisiones como directivos con el “espíritu” de la sostenibilidad en su dimensión ecológica, social y económica.

Incorporándola en el ADN de la empresa: en el proyecto de empresa, los valores, el modelo de negocio, las políticas, los procesos de negocio, la relación con las personas, etc…

¿Qué película vinculada con la gestión recomendarías?

En esto voy a ser provocador: “La vida de Brian”, de los Monty Python.

No está precisamente catalogada como vinculada con la gestión, pero es una delirante y descarnada comedia en la que uno puede aprender mucho del comportamiento humano.

La capacidad de relación, comunicación, etc… son habilidades directivas fundamentales.

¿Cuál de tus aficiones animarías a los socios del Club a seguir?

Para animarme también a mí, el ajedrez, afición que he dejado y quiero retomar.