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En este contexto caracterizado por cambios acelerados, ¿qué significa para ti llevar a cabo una gestión sobresaliente, excelente, innovadora y sostenible?

La característica fundamental de las organizaciones que han sido capaces de llevar todo esto a la vez, que no es poco, es su capacidad de adaptación al cambio. En un momento como el actual en el que prima la incertidumbre es imposible poner en marcha un modelo de gestión de este tipo si no tenemos mecanismos para adaptarnos a cada situación.

¿Cómo crees que debemos incorporar la sostenibilidad en la gestión de nuestro día a día?

Hoy en día la sostenibilidad, desde el punto de vista medioambiental, se ha vinculado a lo que se ve, a implementar determinadas medidas, a instalar maquinarias concretas, vehículos, etc. que son más amables con el medio ambiente. Pero yo creo que lo que realmente hace a una organización sostenible es que pese la concienciación en la toma de decisiones.

Muchas de esas decisiones que se toman en el día a día impactan de forma negativa sobre el medio ambiente: relacionadas con el diseño, con la realización, con la relación que tenemos con nuestros proveedores, con la falta de planificación… Una gestión inadecuada tiene una serie de consecuencias en este y otros ámbitos.

Tenemos que generar conciencia en todos los ámbitos de la organización del impacto ambiental de todas sus decisiones.

¿De qué forma podemos integrar la co-creación en la cultura de las organizaciones?

Cada vez más los problemas con los que nos encontramos son mucho más complejos, tienen más ‘aristas’. Hemos de utilizar la inteligencia colectiva, tanto dentro de la organización como fuera, para ver las diferentes problemáticas que pueden darse, ya sea en los procesos de industrialización o en el desarrollo de un producto.

Hay que incorporar todo el talento que tenemos dentro de la organización, y también estar bien conectados con el ecosistema innovador que está a nuestro alrededor. En nuestro caso: organizaciones que dinamizan la innovación; startups; proveedores; clientes, etc. Entre todos hemos de ser capaces de llevar a cabo esta co-creación para alcanzar las soluciones a las que aspiramos.

¿Qué película vinculada con la gestión recomendarías?

Aunque no es una película, lo primero que se me viene a la mente es la serie La que se avecina, porque me parece extremadamente complicado gestionar una comunidad de vecinos, con toda la variedad de intereses y problemáticas que nos encontramos en el día a día y con el objetivo de satisfacer a todos. Me recuerda un poco a una gestión empresarial.

Aunque, por afinidad a mi trayectoria profesional, me quedo con la película Tucker: un hombre y su sueño, de Francis Ford Coppola, que habla de una persona innovadora en el sector del automóvil, un adelantado a su tiempo que sacaba productos antes de que el mercado los necesitara, con la constancia y el propósito en su ADN.

En estos momentos las organizaciones necesitan personas como esta, capaces de ver las necesidades que tendremos en el futuro y de no rendirse aunque sus innovaciones no sean inicialmente comprendidas por la industria.

¿Cuál de tus aficiones animarías a los socios del Club a seguir?

La cocina, no hay nada que me relaje más en los momentos de estrés que cocinar para amigos. Es una actividad que mezcla muchas cosas: creatividad, pasión, metodología… y te ayuda a estar concentrado. Porque si lo haces bien, el resultado va a ser un éxito y va a satisfacer a aquellos con quien lo compartes. Es una afición que te hace sacar lo mejor de ti,