La búsqueda de la excelencia en los consejos de administración
Desde que me incorporé a mi primer consejo de administración, en 2015, el mundo del gobierno corporativo ha evolucionado muchísimo. Tradicionalmente la actividad del consejo se centraba exclusivamente en la gestión financiera de la compañía y en el control del comité de dirección, asegurando que los ejecutivos implantaban la estrategia decidida por el consejo y lograban la consecución de los planes de negocio, cumpliendo con toda la legislación vigente. Para ello, además de los máximos ejecutivos de la compañía y de los representantes de los accionistas, al consejo se incorporaban consejeros externos con perfiles de dirección general y de dirección financiera.
Poco a poco, fruto de la regulación, de las presiones del mercado y de la evolución de la gestión empresarial, el perfil de los consejeros externos que se incorporan a los consejos ha ido evolucionando, siendo la independencia, la diversidad y la competencia en áreas como la tecnología, la innovación y la sostenibilidad, claves hoy en día en la búsqueda de nuevos perfiles de consejeros independientes. El objetivo es que los consejeros independientes aporten al consejo una visión distinta y complementaria a la de los consejeros dominicales, aquellos que defienden el valor de la empresa para sus accionistas y de los consejeros ejecutivos, aquellos que gestionan el negocio y conocen verdaderamente las capacidades de la compañía para afrontar los nuevos retos que en cada consejo se debaten en profundidad.
La búsqueda de la excelencia, entendida como el deseo de ser cada día mejor, ha llegado también a los consejos de administración. El consejo ha dejado de ser únicamente un órgano de control y toma de decisiones para acercarse, cada día más, al resto de órganos de gestión de la compañía, potenciando la comunicación con sus directivos y planteándose cómo darles valor añadido en el proceso de mejora continúa que todo proyecto empresarial que quiera ser sostenible en el tiempo tiene que abordar. Para maximizar esta aportación de valor, los consejeros nos formamos en gobierno corporativo e invertimos tiempo y esfuerzo en mantenernos actualizados en las nuevas competencias necesarias para garantizar el éxito empresarial.
Las comisiones del consejo están jugando un papel clave en esta aportación de valor, al contar con la cada vez más frecuente -cuando no obligatoria- presencia de consejeros independientes, siendo uno de ellos su presidente y la participación activa en dichas comisiones de ejecutivos de la compañía, trabajando no solo en las comisiones ya tradicionales de auditoría y retribuciones y nombramientos, sino también en nuevas comisiones que están surgiendo en el seno de los consejos, como las comisiones de sostenibilidad, innovación o tecnología o los cada vez más frecuentes consejos asesores, que cuentan con perfiles que, por su experiencia y conocimientos, juegan un importante papel asesorando a los consejos a afrontar los muchos retos de transformación a los que las empresas se enfrentan en un contexto cada vez más complejo y volátil.
Dentro de esta búsqueda de un modelo empresarial sostenible en el tiempo, la gestión del talento ha llegado también a la agenda del consejo para convertirse en un tema clave. Desde las comisiones de retribuciones y nombramientos se incorporan a los debates del consejo retos como el de cómo atraer y fidelizar el talento que la compañía necesita, cómo desarrollar a su talento actual para afrontar la optimización de procesos a través de la inteligencia artificial, cómo conseguir el compromiso y motivación de los empleados, cómo desarrollar la cultura empresarial y cómo construir un propósito empresarial que inspire a los empleados a ser cada día mejores profesionales.
¿Cómo puede el consejo contribuir a responder a todos estos retos a los que se enfrentan hoy las empresas? ¿Qué valor añadido aporto yo, como consejero, para que el consejo, de forma colegiada, cuente con las competencias necesarias para afrontar estos nuevos retos? nuevas competencias en torno a la gestión de recursos humanos, la cultura y el trabajo en equipo empiezan a ser importantes también en el perfil de los consejeros, porque el consejo tiene que ser un equipo de trabajo capaz de tomar decisiones de forma cohesionada para hacer avanzar a la compañía en el camino de la excelencia.