Aspectos clave para entender la primera regulación del mundo de Inteligencia Artificial

La primera regulación mundial sobre Inteligencia Artificial (IA) busca establecer un marco unificado para abordar los desafíos emergentes en este campo. Basándose en objetivos como evitar la heterogeneidad normativa y adoptar un enfoque similar al RGPD centrado en el riesgo, la regulación pretende fomentar una gestión proactiva de la IA.

Se define un sistema de IA como aquel basado en máquinas que, con objetivos explícitos o implícitos, genera salidas como predicciones o decisiones con influencia en entornos físicos o virtuales. La clasificación de los tipos de IA se estructura en cuatro niveles según el riesgo asociado.

La principal aportación del documento radica en dar un marco claro y estructurado para entender y regular la IA, delineando categorías de riesgos. Este enfoque permite a las organizaciones:

• Identificar el tipo de sistema de IA que poseen
• Establecer marcos de gobernanza y gestión de riesgos apropiados
• Cumplir con requisitos como el registro de sistemas de riesgo alto.

Promueve una adopción responsable de la IA, protegiendo los derechos fundamentales y la privacidad mientras fomenta la innovación y el progreso tecnológico