Este informe analiza los retos que plantea la integración de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en la Educación Superior, poniendo el foco en la necesidad de fomentar un uso crítico y ético por parte del estudiantado.
A partir de la experiencia en la Universitat Oberta de Catalunya, se incorporó un recurso formativo y un debate reflexivo en la asignatura de competencias digitales, comparando el conocimiento y la percepción ética de los estudiantes antes y después de su implementación. Los resultados muestran que quienes accedieron a este recurso incrementaron notablemente su conocimiento sobre la IAG, así como su capacidad de reflexionar sobre aspectos clave como la honestidad intelectual, la protección de datos o la necesidad de emplear la IAG como apoyo complementario, evitando la dependencia.
El estudio evidencia además que el nivel formativo o la edad no influyen de forma significativa en este aprendizaje, mientras que la disciplina académica cursada sí marca diferencias relevantes. La propuesta plantea continuar adaptando y rediseñando actividades que integren un análisis legal y crítico del uso de la IAG, asegurando una formación completa y responsable