El informe elaborado por el Consejo Económico y Social de España ofrece un análisis del estado del sistema sanitario español, destacando sus fortalezas históricas y los retos estructurales y coyunturales que enfrenta.
Pese a gozar de una buena reputación y altos indicadores de salud con un gasto relativamente bajo, el sistema arrastra debilidades como la falta de recursos humanos, la presión asistencial en atención primaria, la desigualdad territorial, y un sistema de financiación que requiere revisión. La pandemia de la COVID-19 actuó como catalizador, mostrando tanto la capacidad de respuesta como las carencias organizativas, de coordinación y equidad en la atención.
Se aborda de forma detallada cuestiones clave como el envejecimiento poblacional, el incremento de enfermedades crónicas, el acceso desigual a servicios y medicamentos, la salud mental, la digitalización, la investigación sanitaria y los determinantes sociales y ambientales de la salud. También propone reforzar la gobernanza, potenciar la prevención y avanzar hacia un enfoque de salud pública más integral (One Health), incorporando aprendizajes de la pandemia y orientando el sistema hacia una mayor sostenibilidad, calidad y equidad.