Este documento aborda el concepto de “experiencia del paciente” como un componente fundamental para mejorar la calidad del sistema sanitario.
A partir de un enfoque centrado en la persona, se analizan los factores que influyen en la percepción del paciente durante su recorrido asistencial, como la comunicación, el respeto, la empatía, la coordinación entre niveles asistenciales, la atención a la salud mental y el entorno físico. Se destaca la necesidad de escuchar activamente al paciente, incorporando sus vivencias en la toma de decisiones clínicas y organizativas, y se propone medir su experiencia mediante herramientas estandarizadas, complementarias a los indicadores tradicionales de calidad.
Asimismo, se señala que una buena experiencia mejora los resultados en salud y la eficiencia del sistema y la satisfacción de los profesionales.