Este documento presenta un marco estratégico para orientar la acción de la Comisión Europea entre 2025 y 2026.
Parte del diagnóstico de una brecha de innovación creciente frente a otras potencias, de un mercado único aún incompleto y de dependencias exteriores en materias primas y tecnologías críticas. Sobre esa base, propone tres imperativos para reactivar la productividad y el crecimiento, avanzar hacia la neutralidad climática manteniendo el atractivo industrial, y reducir vulnerabilidades mediante diversificación de suministros y mecanismos de contratación pública con preferencia comunitaria.
Para apoyar estos imperativos, la Brújula articula cinco elementos de apoyo operativos. Primero, la coordinación y simplificación legislativa, con el objetivo de recortar al menos un 25 % de la carga burocrática para las empresas. Segundo, la creación de nuevas herramientas de coordinación de la competitividad y de un fondo dedicado, en colaboración con los Estados miembros, para canalizar inversiones públicas y privadas en tecnologías clave (biotecnología, cuántica, espacio, materiales avanzados). Tercero, la culminación de un mercado único plenamente operativo mediante la eliminación de barreras pendientes. Cuarto, el establecimiento de una unión de ahorro e inversión que garantice financiación sostenible de I +D y defensa. Quinto, la definición de una “unión de capacidades” para reforzar las competencias de la fuerza laboral y asegurar una distribución justa de los beneficios de la competitividad.