Este informe analiza los principales retos, tendencias y escenarios que enfrenta la educación superior en un contexto de transformación acelerada tras la pandemia.
Entre los hallazgos clave destacan la disminución de la percepción pública sobre el valor de la educación universitaria, los cambios en la demografía estudiantil y la creciente demanda de aprendizaje flexible, en cualquier momento y lugar. También se subrayan desafíos tecnológicos como la ciberseguridad, la privacidad y la brecha digital; factores económicos como el impacto de la deuda estudiantil y la necesidad de formación en competencias laborales; además de tendencias medioambientales y políticas, con la sostenibilidad y la polarización como temas centrales. La inteligencia artificial, por primera vez, aparece de forma transversal en todas estas áreas, con un enorme potencial para transformar la pedagogía, el trabajo y la sociedad.
Se identifican seis prácticas y tecnologías clave para el futuro de la enseñanza: el uso adecuado de herramientas basadas en IA, la alfabetización digital y en IA, la equidad en el aprendizaje, la protección de datos, la lucha contra la desinformación y el apoyo a la salud mental. Asimismo, plantea cuatro escenarios posibles para el futuro de la educación superior: crecimiento, impulsado por la expansión de la IA y la demanda de nuevas competencias; restricción, derivada de crisis de seguridad y privacidad; colapso, por presiones políticas extremas; y transformación, basada en una educación más personalizada y con propósito social.