Este documento ofrece un marco claro y práctico de 60 acciones que facilitan la transición hacia un estilo de vida y una gestión empresarial más sostenible, demostrando que cada decisión individual y colectiva puede generar un impacto positivo en el planeta.
Su propuesta se organiza en bloques temáticos —energía, consumo responsable, recursos naturales, movilidad, alimentación, digital y oficina, y cultura y comunicación—, cada uno con recomendaciones concretas que van desde gestos cotidianos como apagar dispositivos eléctricos, reducir el consumo impulsivo o caminar más, hasta políticas empresariales como implantar compras sostenibles, medir la huella ambiental o transicionar hacia flotas eléctricas. El enfoque es claro: no se trata de hacerlo todo, sino de empezar con acciones coherentes que sumen impacto real.
También resalta la importancia de la cultura y la comunicación como motores de cambio, subrayando que la sostenibilidad no solo implica prácticas individuales, sino también la creación de un entorno organizativo y social que las impulse