El documento ofrece una radiografía actualizada de la fortaleza del sector exterior español en 2024, evidenciando avances significativos en la sostenibilidad de su financiación y en la corrección del endeudamiento externo.
En 2024, la economía española mostró una sólida capacidad de financiación, apoyada principalmente en el dinamismo del turismo, la reducción del déficit comercial y el respaldo de los fondos europeos. Estos factores compensaron la persistencia de un déficit en rentas primarias, derivado del encarecimiento de los pagos por inversión en un entorno de tipos de interés elevados. El sector servicios, especialmente el turístico, se consolidó como motor clave, alcanzando máximos históricos y reforzando el papel de España como destino internacional de referencia.
Al mismo tiempo, la posición de inversión internacional deudora continuó corrigiéndose y se situó en niveles mínimos de las últimas décadas, impulsada por el crecimiento económico y unas transacciones financieras favorables. Aunque la deuda externa aumentó en términos nominales, se mantuvo estable en relación con la producción nacional. A nivel sectorial, las instituciones financieras mejoraron significativamente su posición, en contraste con el mayor endeudamiento de las administraciones públicas y del banco central. El informe también subraya la positiva evolución de las relaciones con Estados Unidos, donde España logró mantener capacidad de financiación gracias al superávit en servicios y rentas de inversión.