Este informe ofrece una visión estratégica sobre cómo las organizaciones pueden pasar de una lógica reactiva a un enfoque proactivo y antifrágil frente a un entorno de “permarriesgo”: un estado de exposición constante a crisis simultáneas y difíciles de anticipar.
Se plantea que las empresas deben reconfigurar su gestión de riesgos más allá de lo financiero, considerando expectativas sociales, reputacionales y digitales. Destaca la importancia de adoptar un nuevo mindset organizacional, donde la gestión anticipada y la escucha activa sean claves para convertir amenazas en oportunidades competitivas.
El análisis, basado en 3,27 millones de publicaciones digitales sobre 2.898 empresas españolas, identifica 137 asuntos de riesgo, con alta concentración en las dimensiones de Contribución e Integridad. Los riesgos más críticos son “criminalidad e inseguridad” y “ética, corrupción y transparencia”, presentes en los sectores primario, secundario y terciario. El estudio revela que la conversación pública exige estándares éticos sólidos, transparencia y compromiso real con el impacto social y ambiental. Además, resalta que las empresas concentran más del 60 % de la conversación digital, lo que les otorga un rol protagónico y mayor responsabilidad en la construcción de legitimidad.
Finalmente, el informe propone tres líneas estratégicas para fortalecer la antifragilidad: reconfigurar el mapeo de riesgos, identificar actores influyentes en la conversación pública y personalizar el análisis de riesgos por marca e industria.