Este documento ofrece una radiografía detallada de la experiencia universitaria a partir de más de 14.500 entrevistas a estudiantes, alumni y profesorado de 89 universidades.
La investigación analiza cuatro grandes dimensiones —infraestructuras, calidad académica, cuidados y digitalización— y revela una satisfacción general moderada (3,30/5), siendo la calidad docente el aspecto mejor valorado, y la atención psicoemocional, el peor.
También incorpora el índice NPS, mostrando que solo un 38,5% de los estudiantes recomendarían su universidad, aunque este porcentaje sube al 44% al referirse a las titulaciones concretas.
Entre los hallazgos más relevantes destaca que las universidades privadas y no presenciales obtienen niveles de satisfacción claramente superiores. Asimismo, se identifican desafíos importantes: baja flexibilidad curricular, carencia en soft skills, limitada atención a la diversidad y escasa conexión con el mercado laboral.