Este documento realiza un análisis profundo y crítico del marco normativo laboral español. Examina su evolución desde sus raíces corporativas, pasando por las reformas democráticas y las sucesivas reformas parciales, hasta llegar a la actual situación de rigidez regulatoria, hiperregulación e inseguridad jurídica. Los autores denuncian la falta de una verdadera reforma integral, señalando que las múltiples reformas han sido parciales y reactivas, sin lograr modernizar estructuralmente el sistema laboral para adaptarlo a las nuevas realidades económicas, tecnológicas y sociales.
Se propone una transformación estructural que priorice la flexibilidad y la autonomía, tanto colectiva como individual, en las relaciones laborales. Aboga por reducir la intervención normativa estatal en favor de una mayor capacidad de autorregulación mediante la negociación colectiva, y subraya la necesidad de un marco legal adaptado a los retos actuales como la digitalización, la sostenibilidad, la diversidad demográfica y la globalización.