¿Cómo se puede ejercer el liderazgo en un entorno complejo en el que es difícil hacer predicciones?
Estamos viviendo tiempos de gran incertidumbre geopolítica y económica, lo que hace que ejercer el liderazgo sea un reto más difícil que nunca.
Las palabras que llevamos escuchando durante años son "cambio" y "transformación". Pero muchas empresas, en el entorno actual, se dan cuenta que las “marcas del camino” han desaparecido y es más difícil que nunca mantener las manos en el volante y acelerar.
Cuanto más turbulento se vuelve el entorno, más decisivos son los líderes, que son aquellos que dan un paso adelante y sirven de guía.
Pero ¿cómo se puede ejercer el liderazgo en un entorno tan complejo en el que es difícil hacer predicciones? ¿Los líderes nacen o se hacen? No hay una respuesta clara, aunque mi experiencia sugiere que, aunque pueden existir líderes innatos, la mayoría de los líderes se "hacen".
El liderazgo es tanto arte como ciencia. No hay una “fórmula mágica” que se pueda “aprender”. No hay un enfoque único que sirva para todos.
En los últimos 50 años, la producción, la distribución y la comunicación se han transformado gracias a la tecnología. Pero, por mucha tecnología e Inteligencia Artificial que tengamos, la esencia del liderazgo no ha cambiado mucho en los últimos 5.000 años ni va a cambiar.
El trabajo de los líderes sigue siendo el mismo: llegar a más personas, más rápido, más emocionalmente, eso es todo. Conseguir que “pasen cosas” y resultados. En definitivo, el liderazgo no cambia a pesar de todo lo que ocurre porque tiene que ver con la naturaleza humana. Es una cuestión de carácter. Los líderes son aquellos que se conocen a sí mismos y comprenden a los demás.
Además, los líderes deben conocer muy bien su mercado, su cliente, su competencia y su empresa. Y analizar detenidamente su estrategia y las implicaciones en su modelo de negocio, operativo y económico.
Es esencial abordar cualquier déficit de talento y supervisar el cambio cultural necesario para que las empresas puedan superar con éxito los desafíos a los que se enfrentan. Los líderes ahora tienen la difícil tarea de gestionar un talento cada vez más escurridizo y difícil de retener.
Ante un entorno complejo y cambiante es imposible tener todo “guionizado”. El liderazgo exige escribir e interpretar un guion cada día, esperando que se cumpla o, al menos, que no haya grandes contratiempos, y que el final de cada día, semana, mes, trimestre o campaña se acerque al final feliz que esperamos.
El líder debe desempeñar el papel de guionista y actor simultáneamente. Para ello, es fundamental saber leer muy bien la situación y el contexto en el que nos encontramos.
Muchas marcas han disfrutado de años de bonanza y se han confiado. Ahora, se encuentran atrapadas en su propio “día de la marmota”, sin saber cómo romper el círculo vicioso.
En tiempos de incertidumbre y complejidad, el liderazgo auténtico se convierte en una oportunidad para transformar la adversidad en crecimiento. Los líderes efectivos no solo navegan tempestades, sino que reinventan el camino constantemente, demostrando que la esencia del liderazgo—guiar, inspirar y generar resultados—permanece inalterada. Perseguir la excelencia es fundamental: mantener la coherencia con los valores fundamentales y tener la valentía de trazar nuevos caminos, incluso cuando las "marcas del camino" han desaparecido. Así, las organizaciones pueden romper el círculo vicioso y avanzar hacia un futuro más prometedor.
De liderazgo y sobre cómo se puede ejercer en un entorno complejo, hablaremos en profundidad en el Foro Anual del Club Excelencia en Gestion que celebraremos el próximo 29 de mayo. Aquí encontrarás la información y el formulario de inscripción.
