Los buenos vinos y la ambidestreza necesaria para la sostenibilidad
Hay cosas que se desarrollaron para mejorar la vida de la humanidad y que según pasan los años siguen mejorando continuamente, como los buenos vinos o el teléfono. Que hoy en lugar de fijo es móvil y aunque algunos crean que en el bolsillo llevan un simple teléfono móvil, transportan más tecnología que el Apolo XII en su viaje a la Luna. También los libros han evolucionado su formato, desde los libros impresos a los ebooks y audiolibros, manteniendo un contenido que sigue siendo valioso y haciendo esos contenidos, por tanto, más sostenibles al paso del tiempo.
Pues, salvando las distancias, en el entorno empresarial, hay cosas que han mejorado a muchas empresas y organizaciones como el Modelo EFQM, que han seguido adaptándose y mejorando para ser sostenibles en ayudar a diseñar un sistema de gestión holístico, integrado, equilibrado y que facilite los buenos resultados, entre otras virtudes. Pero hay quien sigue creyendo que el Modelo EFQM es una herramienta de “calidad”. Es perfectamente legítimo, pero se ha quedado muy desfasado. Hoy, el Modelo EFQM 2025 tiene su foco en la sostenibilidad, del funcionamiento y resultados de las organizaciones, porque se ha revisado y actualizado recientemente para facilitar a las organizaciones la Mejora del Rendimiento Sostenido.
Es una herramienta que no sólo ayuda a mejorar a la eficacia y la eficiencia, sino que este modelo mejorado representa la herramienta ideal para los que buscan que sus organizaciones sean capaces de explotar las oportunidades que se presentan hoy y, a la vez, exploren las oportunidades que ofrecerá el futuro. A estas organizaciones que son capaces de hacer ambas actividades se las denomina ambidiestras: ser eficiente en su negocio actual (explotación) mientras innovan para el futuro (exploración). Y esta es una característica escasa todavía, entre nuestras empresas, pero imprescindible para tener éxito hoy, garantizar el futuro y ser sostenibles en lo verdaderamente relevante: personas, beneficios y planeta. Esta ambidestreza se incorporó como pieza clave, para un buen sistema de gestión, en el Modelo EFQM, hace ya 5 años
Hay casos de éxito, en esta virtud que es la ambidestreza. Esto es lo que hace hoy Microsoft, explotar su sistema operativo Windows, y explorar el futuro a través de sus inversiones (>$ 30.000 Mll.) en IA y en computación cuántica. O el caso de Ferrovial, que sigue explotando sus enormes capacidades en gestión de infraestructuras y construcción y, a la vez, está explorando soluciones de movilidad urbana sostenibles, como proyectos de coches voladores y desarrollo de ciudades inteligentes. Cualquiera de las dos empresas hoy ofrece confianza en lo que están haciendo hoy (explotación) y en dónde están poniendo sus recursos (dinero, tiempo, tecnología) para un futuro sostenible.
Por su puesto, el Modelo EFQM 2025, para poder garantizar esa sostenibilidad en las 3P (People, Profit and Planet), mejorando continuamente el rendimiento de la organización, sugiere partir de un propósito que facilite hacerlo real y operativo, hoy y mañana, pero sin obsesiones, ni desenfoques. Buscando la integridad y el equilibrio. Algunas organizaciones, con sus jefazos (que no siempre líderes,) se vuelven locas en tratar de demostrar al mundo que son las más buenas (buenistas), gracias a su propósito, pero se olvidan de sus clientes de hoy. Y en ese desequilibrio del sistema integral de gestión, si te olvidas de tus clientes, cada vez vendes menos y generas menos retorno a todos los grupos de interés, obligando a que los accionistas les pongan en su sitio cuando ven bajar el rendimiento sostenido (valor de la acción, satisfacción de los clientes, ventas) que deberían tener hoy. No quieren esperar al futuro porque no confían que esos directivos, que hoy se olvidan de la eficacia y la eficiencia (explotación), que se requiere hoy, haciendo creer que en el futuro (exploración) volverán a hacer lo que quieren los clientes y que aumentarán las ventas y el valor de la acción.
Para los que quieren hacer bien las cosas, que hay que hacer, hoy y mañana y, además, conseguir resultados sostenibles en el tiempo, mi consejo es que vuelvan a considerar el uso del Modelo EFQM, como una herramienta que se mantiene útil porque está sabiendo cumplir años, mejorando y modernizándose.