Este documento ofrece una guía práctica y estructurada para comprender y aplicar indicadores clave de gestión financiera. Parte de la premisa de que “lo que no se mide no se mejora”, destacando la importancia de contar con métricas precisas para evaluar la rentabilidad, la solvencia y la eficiencia operativa.
Los KPIs se organizan en cuatro grandes áreas: rentabilidad, nivel de endeudamiento, rotación de activos y autofinanciación, cada uno con su objetivo, método de medición e interpretación.
Además de los indicadores financieros tradicionales, incorpora KPIs de impacto en otras áreas empresariales como productividad, marketing y gestión del talento. Esta visión integrada permite a las organizaciones anticipar problemas, optimizar procesos y alinear sus recursos con los objetivos estratégicos. El texto subraya también el papel del reporting financiero como herramienta para visualizar en tiempo real la situación de la empresa y mejorar la toma de decisiones mediante datos confiables.