Este informe analiza los retos y oportunidades para movilizar capital privado hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A pesar del crecimiento de los activos sostenibles —que alcanzaron los 30 billones de dólares en 2022 y podrían llegar a 40 billones en 2030— persiste una brecha de financiación estimada en 30 billones solo en países en desarrollo.
Se destacan tres ejes clave para desbloquear este potencial: la transparencia de datos y estándares, la correcta gestión del binomio riesgo-rentabilidad y la integración de la sostenibilidad en todas las decisiones financieras.
Se proponen innovaciones como la armonización de normas de reporte, el uso de inteligencia artificial y plataformas de datos abiertas, el desarrollo de mercados de financiación basada en resultados y la creación de asociaciones público-privadas más sólidas. También subraya la necesidad de redefinir la obligación fiduciaria para que la sostenibilidad sea parte del mandato de los gestores financieros. En este sentido, la ONU aparece como un actor central capaz de coordinar gobiernos, empresas e instituciones multilaterales para alinear el sistema financiero global con los ODS.