España reúne condiciones sólidas para posicionarse como un referente europeo en ciberseguridad. El informe destaca que el país combina ventajas estratégicas —como su conexión con América Latina, un ecosistema tecnológico en expansión y una sólida infraestructura digital— con un creciente mercado impulsado por la nueva regulación y los fondos europeos.
El análisis DAFO muestra que, pese a la escala y complejidad del desafío global en materia de ciberamenazas, España cuenta con fortalezas relevantes: buen posicionamiento internacional, amplia red de CSIRT, bienestar social y un tejido de clústeres e iniciativas tecnológicas que favorecen el crecimiento del sector.
No obstante, el documento identifica importantes debilidades y amenazas que deben abordarse para consolidar este liderazgo. Entre ellas destacan la escasez de profesionales cualificados, el insuficiente dominio del inglés, la falta de incentivos fiscales y un modelo de gobernanza fragmentado. A esto se suman riesgos externos como la fuga de talento, la dependencia tecnológica, las cargas administrativas y la percepción estereotipada del país.
Se concluye que la clave para que España se convierta en un verdadero hub europeo es reforzar la atracción de talento, mejorar la coordinación institucional y aprovechar las oportunidades regulatorias y económicas disponibles.