El informe ofrece una radiografía completa del estado de la sanidad española, analizando indicadores de salud, riesgos, gasto sanitario, satisfacción ciudadana y mercado laboral. España mantiene posiciones destacadas en esperanza de vida y mortalidad, pero presenta retrocesos persistentes en ámbitos como la esperanza de vida en buena salud, el incremento de enfermedades crónicas, la prevalencia del bajo peso al nacer y la desigualdad social. El análisis comparado con la OCDE y la UE revela un patrón mixto: buenos resultados en longevidad y mortalidad, pero rezagos en calidad de vida saludable, percepción del estado de salud y carga de enfermedades.
Se subraya también problemas estructurales del sistema, con especial atención al deterioro de la satisfacción ciudadana, el aumento de las listas de espera y las tensiones en recursos humanos. A ello se suman riesgos en salud pública —como tabaquismo, obesidad infantil y accidentes laborales— y una evolución del gasto sanitario que, aunque crece en términos per cápita, pierde peso relativo respecto al PIB.
En conjunto, FEDEA concluye que el sistema sanitario español no atraviesa una situación crítica, pero sí afronta un volumen significativo de indicadores en situación “preocupante”, que apuntan a riesgos de deterioro futuro si no se refuerzan las políticas de prevención, planificación y eficiencia. El informe advierte que la sostenibilidad del SNS exige reformas más profundas y consistentes, especialmente en salud pública, evaluación de tecnologías, digitalización y gestión de recursos humanos.