El informe analiza cómo el aumento global del proteccionismo está transformando el comercio internacional y condicionando el entorno económico de España. A través del Índice de Barreras Comerciales, se muestra que el país mantiene una posición relativamente abierta en comparación con otras economías avanzadas, especialmente en el ámbito de los servicios y la facilitación del comercio. Aunque en los últimos años se observa una ligera tendencia a endurecer las barreras, España sigue destacando por un marco comercial moderado y estable.
Se examina también la incidencia de las recientes subidas arancelarias en Estados Unidos y sus implicaciones para la economía española. Si bien la dependencia directa del comercio bilateral es limitada, algunos sectores industriales se encuentran más expuestos que otros. Además, los efectos indirectos —como el encarecimiento de insumos, la fragmentación de las cadenas de suministro y el aumento de la incertidumbre internacional— pueden trasladarse al conjunto de la actividad económica, afectando a la inversión, la competitividad y la planificación empresarial.