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Retos y oportunidades en la gestión de organizaciones hospitalarias

Carmen Delia Álamo, Directora Gerente de Hermanas Hospitalarias Acamán.

En el contexto actual, las instituciones juegan un rol fundamental en la promoción del desarrollo sostenible y en la creación de valor para la sociedad. La gestión en organizaciones hospitalarias enfrenta una serie de retos y oportunidades que requieren un enfoque integral y humanista. En Hermanas Hospitalarias Acamán, hemos enfocado nuestras acciones en responder a estos desafíos de manera innovadora y carismática, manteniendo siempre los valores de calidad, calidez y cercanía. Este enfoque combina el avance tecnológico con la atención centrada en la persona, buscando no solo tratar la enfermedad, sino acompañar todo el proceso de recuperación respetando la dignidad y el protagonismo de cada persona.

Retos actuales en la gestión hospitalaria. Uno de los principales desafíos es mantener la fidelidad a nuestro modelo hospitalario en un mundo en constante evolución. La gestión debe integrar los avances científicos y tecnológicos, garantizando que las herramientas utilizadas, como la telemedicina y sistemas de inteligencia artificial, no comprometan la esencia carismática de nuestra atención. En este sentido, la implementación de tecnologías debe ser cuidadosamente evaluada para asegurar que respondan a las necesidades de las personas atendidas, siempre respetando sus elecciones y manteniendo el acompañamiento personalizado.

Otro reto importante es la adaptación a la realidad emergente. La evolución de las demandas en salud mental y exclusión social ha generado la necesidad de actualizar nuestros planes y transformar las infraestructuras para dar respuesta a estas nuevas exigencias. En Hermanas Hospitalarias, hemos realizado un análisis profundo de las necesidades, evaluando las obras existentes y desarrollando planes de transformación que buscan mejorar tanto la infraestructura como los servicios ofrecidos, asegurando que estén alineados con los valores carismáticos de la hospitalidad.

Oportunidades de crecimiento. Las alianzas y redes de colaboración representan una gran oportunidad para fortalecer nuestra misión. A través del intercambio de buenas prácticas y la cooperación con otros centros y entidades externas, podemos implementar enfoques innovadores que enriquezcan nuestro modelo de atención. El intercambio cultural entre colaboradores/as de diferentes países y la formación continua son claves para expandir el impacto de nuestra misión hospitalaria a nivel global, asegurando que el carisma de la hospitalidad siga siendo un pilar fundamental en la atención sanitaria y espiritual.

Además, uno de los elementos más valiosos en nuestra gestión es la corresponsabilidad. Fomentar un sentido de comunidad y misión compartida entre todos/as los/as colaboradores/as, laicos y hermanas permite que cada uno se sienta parte activa de la misión hospitalaria. En Hermanas Hospitalarias, hemos desarrollado programas de formación continua y encuentros vivenciales, donde se comparten los valores de la hospitalidad, fortaleciendo así el compromiso y la motivación de cada miembro del equipo.

La cultura del cuidado. Otro aspecto esencial es el desarrollo de una cultura de cuidado integral, no solo hacia las personas atendidas, sino también hacia los colaboradores y colaboradoras. Hemos promovido la creación de ambientes sanos y sanantes, generando espacios donde se fomente el bienestar emocional, físico y espiritual de los/as colaboradores/as. Esto incluye programas de escucha activa, acompañamiento y formación en gestión emocional, que son clave para garantizar que el equipo de trabajo se sienta valorado y apoyado en su labor diaria.

La gestión hospitalaria en el contexto actual presenta importantes retos, pero también abre grandes oportunidades de crecimiento. En Hermanas Hospitalarias, nos esforzamos por mantener el equilibrio entre la innovación y la esencia carismática de nuestra misión, asegurando que cada paso dado esté guiado por la hospitalidad que nos caracteriza. La implementación de avances tecnológicos, la corresponsabilidad y la formación continua son pilares que fortalecen nuestra capacidad para enfrentar los desafíos contemporáneos, mientras seguimos ofreciendo un cuidado integral a quienes más lo necesitan.

Este enfoque integral que abarca aspectos éticos, espirituales, sociales y ecológicos no solo beneficia a las personas atendidas, sino también a los/as colaboradores/as y a la misión global de la Congregación, asegurando que la hospitalidad siga siendo un signo de esperanza y transformación en el mundo actual, con el compromiso de la institución de la creación de un entorno donde se respete y promueva la dignidad humana, el cuidado de la creación, la justicia social y el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

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